Seguro has escuchado o leído a muchos que aseguran que el “2020 fue un año perdido”. ¡Y nosotros opinamos completamente lo contrario! Sí, lo que estamos viviendo no es fácil y definitivamente nadie estaba preparado. Sin embargo, hay que aceptar que aprendimos muchísimo y, lo más importante, valoramos todo lo que tenemos. Así que sigue leyendo si eres de los que quiere estar en el MOOD de verlo como algo sumamente positivo. 

Descubrimos que la conexión es lo más importante.

Cuando entramos en cuarentena y nos obligamos a quedarnos en casa, lo primero que extrañamos fue ver a nuestros familiares y amigos. Sí, salir a pasar un buen rato es importante, ¡pero no cuando no puedes convivir con quienes amas!

Afortunadamente, las herramientas digitales nos permitieron continuar conversando con la mayoría de las personas. Y así también descubrimos que cuando se quiere, se puede mantener el contacto con alguien que está físicamente lejos. 

Eso sí, ninguna videollamada va a sustituir una reunión en persona. ¡Y eso es hermoso! Porque la conexión humana es lo que nos llena de vida. Somos seres sociales y a veces, en las prisas de la vida cotidiana, olvidamos dar ese lugar o esa importancia a quienes nos rodean. 

Algunos nos reinventamos para mejorar.

Los cambios venían, pero no tan rápido como esperábamos. Sin embargo, llegó el coronavirus y el proceso de digitalización que venía arrastrándose desde hace 10 años impactó como una bomba. Los negocios de todo tipo y todo tamaño se tuvieron que reinventar para poder seguir ofreciendo servicios a las personas que lo necesitaban. ¡Y eso sólo significa mejora!

Nos dimos cuenta de la existencia de muchísimas herramientas y procesos que hacían mucho más eficientes los procesos. Valoramos a las personas con las que colaboramos, porque se pudieron adaptar fácilmente a estos cambios. Y, lo más importante, tomamos el riesgo de hacer algo diferente y comprobamos que podemos sobrellevar hasta la más difícil de las situaciones. 

Aprovechamos el tiempo para hacer lo que nos gusta.

¿Cuántas veces te habías dicho que no tenías tiempo de retomar ese pasatiempo que tanto te gusta? ¿Hace cuánto no dibujabas, componías música, hacías ejercicio o simplemente reflexionabas? Pues las excusas se acabaron cuando dejamos de salir y teníamos más tiempo para nosotros. 

Seguro redescubriste tu amor por la lectura, terminaste las series que tanto tiempo tenías con ganas de ver o escribiste la historia que llevaba mucho tiempo en tu cabeza. Y al contrario de pensar en que estabas perdiendo el tiempo en casa, ¡en realidad lo estabas ganando! Ahora el reto será encontrar la manera en que podamos mantener estos nuevos hábitos una vez que podamos volver a salir.  

Nos dimos cuenta de los pequeños placeres de la vida.

Finalmente, el punto más importante. Estar encerrados en casa nos hizo extrañar todas esas pequeñas cosas que dábamos por hecho: caminar en tu calle favorita, descubrir lugares nuevos, salir a disfrutar unas copas con tus amigos, ¡incluso manejar con tu música favorita! 

Son pequeñas cosas las que nos hacen valorar la vida, momentos rápidos que pasan en segundos pero que nos recuerdan nuestra libertad y nuestras ganas de seguir saliendo, disfrutando, conociendo. Así que pronto, cuando volvamos a aprovecharlas, seguro las veremos con otros ojos. Te aseguramos que ya no será lo mismo caminar en tu parque favorito mientras comes un helado. 

Todos estos puntos son los beneficios que logramos identificar de esta cuarentena. Sin embargo, ¡es solo el comienzo! Realmente cada quien tiene una experiencia diferente y un proceso personal en el que no sólo asimilaron la situación, sino evaluaron las posibilidades que tienen con ella. 

¿Por qué no nos compartes un poco de tu experiencia? ¡Seguro leer a los demás te hará sentir en el MOOD de seguir creciendo en estas situaciones!